ANÁLISIS – Fahrenheit

FahrenheitcoverGÉNERO: Aventura
DESARROLLADORA: Quantic Dream
DISTRIBUIDORA: Atari
VERSIONES: PC, PS2, Xbox
FECHA DE LANZAMIENTO: 20.09.2005
VERSIÓN ANALIZADA: PC

EL GERMEN DE HEAVY RAIN

Fahrenheit1Un título como Fahrenheit esta íntimamente ligado a la figura de su creador, David Cage y de su concepción de cómo debe ser un videojuego. Su primera obra, Omikron: The Nomad Soul, lanzada en el año 1.999, ha sido quizá el juego menos transgresor y de menor repercusión, -aunque no exento de calidad- de su corto bagaje de trabajos. No fue hasta el año 2.005 con el lanzamiento de Fahrenheit, cuando esa visión salió a la luz y comenzó a ganar adeptos entre la comunidad de jugadores. Unos se apresuraron a bautizarlo como la evolución de la aventura gráfica tradicional, mientras que otros lo vieron como una experiencia interactiva diferente pero con poca chicha jugable. Más allá de lo que podáis opinar, parece innegable que Fahrenheit tiene visos de película interactiva, y en ello tiene mucho que ver el argumento y su puesta en escena. Sus primeros minutos suponen uno de los mejores prólogos que recuerdo en un videojuego. Un cafetería de una Nueva York azotada por un temporal de hielo, un horrible asesinato pertrechado en los servicios por un inocente en trance, y un policía tomando un café en la barra a unos pocos metros de distancia. Lo único que sabes es que hay que salir de allí como sea, no sin antes eliminar todo rastro de huellas que puedan incriminarte. ¿El resto? Mejor que lo descubráis por vosotros mismos.

La forma en que se desgrana la historia y sus personajes es uno de los puntos fuertes de Fahrenheit. Lucas Kane es el protagonista de la aventura, pero no el único. A lo largo del juego controlamos a otros actores tanto o más relevantes que el propio Kane, y con los cuales viviremos otros puntos de vista, pudiendo así ser partícipes de las peripecias del fugitivo, como de los policías que van tras él. Iremos saltando de uno a otro, a veces incluso dentro del mismo capítulo, interactuando y utilizando las habilidades de cada personaje para conocer a fondo todo lo que se cuece tras los asesinatos. No solo hay que explorar los escenarios y hablar con los personajes, sino también ocuparse de su estado de ánimo. Un café caliente, una ducha o una respuesta adecuada puede subir la moral del protagonista, y al contrario, una mala concatenacion de hechos puede deprimir su estado hasta dar por finalizado el juego. Que todo esto funcione de la manera que lo hace, con sus ramificaciones en la historia, y con las decisiones que afectan al devenir de la misma, denota un esfuerzo más que encomiable por parte de sus desarrolladores.

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Pero sin duda la auténtica seña de identidad de Fahrenheit está en su jugabilidad. Bajo la apariencia de una juego normal en tercera persona, encontramos una mezcla de controles y situaciones que no tienen comparación prácticamente con ningún otro juego de la época. Lo mismo una acción implica mover el stick o el ratón siguiendo un patrón determinado, o bien ejecutar una QTE, o aporrear botones como en los antiguos juegos sobre Olimpiadas. No hay inventario o rastro un algún interfaz en pantalla que interfiera lo que se está mostrando en el monitor, todo está pensado para que la experiencia sea la historia, y nada más que la historia. Esta mecánica, que tiene puntos muy buenos de cara a la inmersión, también tiene su talón de aquiles. Uno de ellos es el abuso de las QTE en situaciones cuyo uso no tiene mucho sentido. Puedo entender su implementación para representar una escena de acción, pero ¿en mitad de un diálogo? Tampoco entiendo la duración de algunas de estas secuencias, concretamente hay una al final del juego ¡¡de casi 5 minutos!! que acabará con la paciencia de muchos.

Fahrenheit4Afortunadamente el abuso de las QTE no impide que Fahrenheit nos atrape con su historia y la forma en que se narra. Puede que al final pierda un poco de fuelle, en mi opinión se vuelve demasiado fantástica, pero en líneas generales se deja disfrutar muy acertadamente. Esta afirmación tiene doble mérito, ya que el juego ofrece un despliegue tecnológico bastante discreto, incluso para el año en el que fue lanzado. No hay hueco para personajes elaborados ni escenarios bastos y repletos de detalles. Todo está representado de una manera más tosca, primitiva si cabe, arista por aquí, textura estirada por allá, pero eso sí todo en perfectas tres dimensiones. Además, si bien hay diferentes cámaras prefijadas para seguir la acción en cada instancia, también puedes moverla a tu antojo evitando encontrarte con algún ángulo muerto que te impida explorar el escenario. La vertiente sonora goza de mucha mejor salud. El tono de las melodías acompañan el dramatismo de la aventura de una manera magistral, son pequeñas piezas que rápidamente asociamos a un personaje o a una situación. Además, el juego cuenta con un doblaje muy cuidado, y más teniendo en cuenta el año en que salió a la venta. Destaca la interpretación de Lucas Kane, una voz que ya asocio inevitablemente a este personaje ya sea al oírla en un videojuego o en una serie de televisión.

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Con la perspectiva de los años, Fahrenheit puede verse como un experimento arriesgado pero que ha terminado por dar la razón a su creador, el cual ha repetido fórmula en otras dos ocasiones con bastante éxito. A día de hoy jugar con Fahrenheit puede resultar algo duro, sobre todo si das mucha importancia a su apartado técnico, pero el corazón, el alma de este juego, no difiere mucho de lo que ofrece Heavy Rain o Beyond: Dos Almas. Fahrenheit puede verse como el precursor de una especie de subgénero, un producto que cuenta una historia a través de un medio que está poco acostumbrado a una narrativa más propia de una película. Puede que sus mecánicas no sean del agrado de todo el mundo, que no todos se sientan partícipes de la trama, pero qué duda cabe que Fahrenheit supuso algo diferente que despertó el gusanillo de muchos usuarios por esta nueva fórmula, entre los que yo me incluyo. En definitiva, un juego que no pasará a los anales como revolucionario, pero sí que sentó las bases de una narrativa diferente.

LO MEJOR
La forma en la que se cuenta la historia.
Vivir la aventura desde diferentes personajes.

LO PEOR
Algunas secuencias QTE son muy largas y sin sentido.

7/10

4 comentarios el “ANÁLISIS – Fahrenheit

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