UNA IDEAL GENIAL
El reciente lanzamiento de Portal 2 y su excelente acogida tanto en prensa como por parte del público en general, ha conseguido que deje a medias mi partida de L.A. Noire para enfrascarme con el primer Portal. Descargado en mi disco duro desde hace más de un año cuando Valve Software lo distribuyó de manera gratuita en Steam, lo cierto es que apenas le había prestado atención hasta ahora. Su mecánica jugable de portales no me había llamado la atención ni lo más mínimo, y hasta cierto punto me sorprendía el revuelo y éxito cosechados desde su lanzamiento, allá en el año 2007 cuando fue incluido dentro del Orange Box. Tras 4 horas casi intensivas con el juego, he de decir que mi escepticismo no estaba justificado, Portal me ha enganchado lo suficiente como para considerar a su secuela una adquisición obligada aún sin haberla jugado.

El comienzo del juego es un tanto misterioso. Las primeras imágenes nos llevan a una pequeña sala de un laboratorio donde, tras despertar de un sueño, nos embarcarnos en un entrenamiento bajo las órdenes de una inteligencia artificial llamada GLaDOS. Chell, la protagonista de esta aventura, tendrá que ir superando las diferentes cámaras de las instalaciones de Aperture Sciences, con la ayuda de un poderoso arma capaz de crear portales. A diferencia de lo que se estila en la mayoría de juegos en primera persona, Portal nada tiene que ver con los juegos de acción típicos. El mecanismo es sencillo, basta usar el arma para abrir portales que nos permitirán transportarnos de un lugar a otro del escenario. Así de simple y, sin embargo, tan terriblemente divertido y lleno de posibilidades. Cada cámara incluye un desafío que nos hará pensar cómo superar una situación concreta, a veces será sencillo, mientras que en otras habrá que buscarse las mañas para conseguir combinaciones en principio imposibles. No es tan sencillo como abrir un portal aquí o allí, tendremos que coordinar movimientos, realizar saltos entre portales, activar mecanismos y eliminar torretas, todo ello sin efectuar un sólo disparo. Es sin duda algo diferente, original, un soplo de aire fresco cuya recompensa es tanto o mayor que la de liquidar un ejército de alienígenas dispuestos a destruir la Tierra.

Estamos por tanto ante un juego de puzzles enmascarado en forma de fps. No hay mucho más allá de lo comentado anteriormente, estás tú sólo con el dispositivo “abreportales” y tu cerebro, recursos que tendrás que exprimir para ir superando desafíos y desgranando una historia con más chicha de la que en principio aparenta tener. La IA de GLaDOS hace mucho por la ambientación, sus comentarios robóticos nos amenizarán constantemente, unas veces para darnos aliento y otras para tratar de destruirnos. Lo que en principio parece una sucesión de pruebas, pronto se tornará en una lucha por la supervivencia de la protagonista en un mundo robótico, frío pero a la vez entrañable. Portal destila carisma por los cuatro costados, es de esos pocos juegos que no necesitan de grandes líneas de diálogo para encariñarnos con los personajes.

El apartado técnico es totalmente secundario, el juego hace uso del archiconocido motor Source de Valve que para la ocasión se limita a cumplir sin más. Los interiores de Aperture Sciences son muy básicos, apenas hay concesiones para la espectacularidad, digamos que la vertiente técnica queda relegada al majestuoso diseño de puzzles. En cuanto al sonido, las melodías sí que tienen personalidad propia -mención especial a la canción de créditos finales-, y las voces, dobladas al castellano con efecto robot incluido, son francamente buenas además de vitales para conseguir esa ambientación que comentaba anteriormente. En definitiva, Portal usa la técnica como medio para mostrar puzzles, y no para deslumbrarnos frente al monitor.

¿Qué tiene de malo Portal? Realmente poca cosa. La duración es claramente el apartado donde más flojea, en 3-4 horas te lo puedes pasar fácilmente. Y no es que sea un juego sencillo -tampoco es extremadamente difícil- sino más bien que es un juego corto, se diseñó como un experimento, un regalo dentro de los monstruos incluidos en Orange Box, y como es lógico, su pretensión no era la de competir con un juego comercial. Aún así su originalidad y jugabilidad han conseguido abrir un hueco en el corazón de millones de usuarios, forjándose un nombre propio en la industria. Portal ya no es una rareza, es una franquicia estrella que los chicos de Valve quieren mimar.

LO MEJOR
- La jugabilidad de los portales engancha.
- El carisma de los personajes.
- El diseño de puzzles es excelente.
LO PEOR
- Es un juego muy corto.
- Técnicamente sencillo, que no malo.
8/10
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