ANÁLISIS – Homefront

GÉNERO: Acción
DESARROLLADORA:
Kaos Studios
DISTRIBUIDORA:
THQ
VERSIONES:
PC, PS3, Xbox 360
FECHA DE LANZAMIENTO:
15.03.2011
VERSIÓN ANALIZADA:
PC

OTRA VÍCTIMA DEL MULTIJUGADOR

Homefront es otro juego que nace con la intención de resistirse a ser absorbido por los grandes del género como Modern Warfare o Battlefield. Una nueva IP en estos tiempos es una apuesta arriesgada, qué duda cabe. Competir entre tanto “monstruo” de presupuesto multimillonario y cuyos nombres están plenamente asentados en la industria, es algo realmente complejo. La compañía THQ y su Homefront hacen un gran esfuerzo en intentar salir airosos en el enfrentamiento cuerpo a cuerpo con sus rivales directos, y para ello han “tirado” de un transfondo argumental muy trabajado y hasta cierto punto original, y cómo no, del correspondiente apartado multijugador que todo buen fps ha de incluir, aunque sea en detrimento de una buena campaña individual.

La acción nos traslada al año 2027, una época convulsa en la que los Estados Unidos han sido invadidos por la República de Korea tras una cruenta guerra. El antaño poderoso ejército americano ha quedado reducido a pequeñas células de resistencia que intentan sobrevivir golpeando emplazamientos enemigos. Bajo este oscuro telón de fondo asumimos el papel de un piloto que se ve rescatado de las garras koreanas por un reducido grupo de combatientes. El rescate parece algo casual, pero nada más lejos de la realidad, hay un plan meditado para sacar partido de nuestra habilidad a los mandos de un helicóptero. Como es lógico, antes de conseguir nuestro objetivo final hemos de ir superando una serie de niveles donde seremos testigos de primera mano de las atrocidades perpetradas por las fuerzas invasoras, y de las pobres condiciones en las que mal vive el pueblo americano.


El desarrollo de la campaña de Homefront es algo diferente a la competencia, y no tanto por su mecánica jugable, que es similar a la de cualquier fps, sino a los entornos donde se desarrollan los combates. En Homefront la acción no resulta tan grandielocuente como en el Call of Duty de turno, no vamos a visitar localizaciones épicas ni vivir situaciones de infarto. Todo se desarrolla a una escala menor, luchando entre los escombros de las parcelas derruidas, jardines, centros comerciales o gasolineras, en general lugares típicos del día a día que han sido masacrados tras la invasión. En este aspecto es donde radica el principal atractivo de la campaña, ser partícipes de algo más terrenal, más cercano, de poder meternos en la piel de una lucha cuya victoria no tendrá más transcendencia que la de cuatro locos capaces de hacerse notar. Este enfoque, que en mi opinión es una gran virtud, no se ve trasladado a la pantalla de un modo especialmente convincente, y no me estoy refiriendo tanto a la parte técnica sino  a la propia jugabilidad.


Homefront está bien ambientado, los combates y las situaciones gozan de “buena salud”, pero por desgracia no puedo decir lo mismo de otros aspectos tan importantes como el control del personaje o la dificultad del juego. Ambos están intrínsecamente ligados, no puedes hacer un juego cuya dificultad sea elevada y al mismo tiempo dotar al protagonista de movimientos poco fluidos. Por poner un ejemplo, el movimiento lateral me ha parecido algo lento, hasta tal punto que en niveles de dificultad altos salir de una esquina para disparar y recuperar la posición es una misión suicida. Si optas por jugar en el citado modo difícil -aún hay otro incluso superior- serás partícipe de una de las prácticas más frustrantes que puede padecer un jugador: ver cómo la máquina hace “trampas”. Prepárate porque vas a sufrir en tus carnes las artes, casi mágicas, que poseen algunos enemigos koreanos para masacrarte en cuanto asomes la nariz por una esquina. Da igual que estén a 100 metros, o que tus compañeros de grupo les estén disparando a 2 metros, si te dejas ver un milímetro serás acribillado sin piedad. Y es una lástima que este aspecto haya sido tan mal regulado, porque sagas como Halo vienen demostrando desde hace una década cómo un juego puede ser difícil sin recurrir a este tipo de artimañas.


Este planteamiento puede tener una explicación, y no es otra que alargar lo máximo posible la experiencia de juego. En Homefront nos vamos a encontrar con una campaña en solitario realmente corta, apenas siete capítulos de duración bastante contenida en los que realmente hay poco donde cortar. Si finalmente optas por jugarlo en un nivel de dificultad más moderado, puedes pasártelo de cabo a rabo en apenas una tarde, así que “trampas” incluidas, recomiendo encarecidamente jugarlo en un modo de dificultad elevado si deseas estirarlo hasta las 5-6 horas.  El modo multijugador oculta las carencias de las que vengo hablando en el análisis, siendo otro caso de juego cuyo experiencia en solitario queda como una mera anécdota respecto al juego Online. Es más, si bien no parece que Homefront se convierta en una competencia fuerte para los grandes del género, lo cierto es que las partidas son muy divertidas, encuentras servidores en un par de clics y con una conexión a Internet de calidad media se puede disfrutar plenamente durante horas y horas.  No me cabe la menor duda que la auténtica diversión está aquí y no tanto en su campaña en solitario.


La apuesta tecnológica ha sido conservadora. El juego luce buenos gráficos en casi todas sus facetas, destacando especialmente los efectos de iluminación y la complejidad poligonal de algunos escenarios. No obstante tampoco esperéis algo que no hayáis visto anteriormente, de hecho no consigue desemarcarse de la competencia en casi ningún aspecto, y es más, para la calidad gráfica que ofrece requiere cierta potencia. Si os sirve de ejemplo, un monstruo gráfico como Battlefield 3 va tanto o más fluido que Homefront a igualdad de máquina. Del sonido poco hay que destacar, salvo alguna que otra melodía de fondo y un doblaje más que correcto. Los efectos sonoros son bastante contundentes aunque deberemos regular su volumen a la baja si queremos oír los diálogos.


En definitiva, Homefront es un título que en mi opinión podía haber dado mucho de sí si no se hubiesen descuidado de manera flagrante algunos aspectos de su modo single player en favor del modo Online. Una verdadera pena cuando estamos ante un fps que por planteamiento y situaciones que ofrece podría haberse distanciado de sus rivales directos ganándose una merecida reputación. No obstante la buena acogida de su apartado multijugador ha propiciado que en un futuro cercano tengamos Homefront 2, el cual espero pueda corregir los defectos de esta nueva IP y podamos disfrutar de un producto a la altura de los grandes del género.


LO MEJOR
Ser partícipe de luchas a pequeña escala.
La iluminación está muy conseguida.
El apartado multijugador es realmente completo.

LO PEOR
La campaña para un jugador es ridículamente corta.
El nivel de dificultad no está bien regulado.
Requiere mucha máquina para lo que ofrece gráficamente.

6/10

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