GÉNERO: Estrategia
DESARROLLADORA: Stoic
DISTRIBUIDORA: Stoic
VERSIONES: PC
FECHA DE LANZAMIENTO: 14.01.2014
VERSIÓN ANALIZADA: PC
EL INICIO DE ALGO IMPORTANTE
Siempre he pensado que la originalidad en el mundo de los videojuegos está, hasta cierto punto, sobrevalorada. La originalidad por sí sola no es suficiente para construir un buen juego, aunque si se suma al buen hacer del resto de apartados, entonces sí, se puede obtener un cóctel de lo más apetecible. Esto es precisamente lo que pasa con The Banner Saga, un título que plantea una forma de jugar un tanto singular y que es difícil de encasillar dentro un género concreto, pero que al mismo tiempo funciona de maravilla. Sus creadores, los chicos de Stoic formados por ex miembros de Bioware, han desarrollado un producto de gran personalidad que pese a su sencillez, ofrece una experiencia distinta a lo que hay actualmente en el mercado.
The Banner Saga está ambientado en un universo fantástico en el que tres razas, Humanos, Varls y Dredge, luchan por la supervivencia en un mundo hostil. Si bien hay un trasfondo más profundo sobre conflictos pasados que se irán desgranando a lo largo de la aventura, el juego se centra principalmente en la historia de un grupo de personas que huyen de los Dredge, en lo que será un tortuoso viaje que pondrá a prueba tus habilidades como comandante. Esta es precisamente tu tarea, la de tomar decisiones tanto en el campo de batalla como en el día a día de la caravana, de hecho, The Banner Saga es un juego de decisiones constantes, de momentos en los que una elección puede cambiar completamente el curso de los acontecimientos.
Hasta cierto punto, el desarrollo de una partida se asemeja más a un libro interactivo que al de un videojuego tradicional. Mientras la caravana recorre su camino por un bonito entorno bidimensional, van surgiendo problemas y contratiempos que has de solucionar de la manera que creas más conveniente. Acoger a un par de pastores hambrientos que encuentras en tu camino puede parecer una buena decisión, pero a lo mejor terminan robando parte de tus provisiones dejando al resto al borde de la hambruna. Manejar a tu gente requiere no solo de cierto tacto, sino también de proporcionarles suministros suficientes -previo pago en el mercado de turno-, y de un buen descanso cuando la moral está por los suelos. Estas decisiones se plantean sin lucimientos especiales, vale con un simple texto en el que se expone la situación con las correspondientes respuestas, y lo curioso es que la mecánica funciona a las mil maravillas. Esto me he hecho pensar en la cantidad de juegos que intentan lucirse mediante escenas animadas y demás parafernalia, cuando un simple texto hace la misma función tan bien, o mejor. Además, las consecuencias a nuestros actos se dejan notar hasta tal punto de poder perder un personaje relevante en la historia en los primeros minutos del juego, lo que garantiza un componente rejugable más que notable.
Pero no todo es gestionar la caravana mediante diálogos, también hay hueco para los enfrentamientos directos a espadazo limpio a modo de mini juego por turnos desde una perspectiva isométrica. Llegados a ese punto entran en juego los héroes de la acción, cada uno con sus atributos y habilidades especiales que has de exprimir para conseguir salir victorioso. La táctica juega un papel más trascendental de lo que en un principio puede parecer, y lo hace sin exigirte demasiado, sin obligarte a leer farragosas hojas de estadísticas ni estudiar el terreno concienzudamente, basta con echar un vistazo rápido a las habilidades de cada personaje y dirigirlo en un campo de batalla de dimensiones reducidas. Hay que saber posicionarlos, decidir cómo y cuando atacar y defender, elegir qué estadísticas subir tras mejorarlos de nivel, y poco más. Esta simplicidad puede resultar engañosa, ya que si bien los combates son asequibles jugándolos en la dificultad normal, se vuelven mucho más profundos y desafiantes en la mayor de todas ellas.
La mezcla de ambas mecánicas, gestión del grupo por un lado, y combates tácticos por otro, funciona estupendamente, y por ello la aventura se desarrolla de una manera muy ágil y entretenida, el tiempo pasa volando y entonces … ¡¡final!! ¿Cómo? ¡¡Pero si aun quedan un montón de flecos por aclarar!! Sí, The Banner Saga 2 está en camino, pero la cara de póquer que se te queda al ver los créditos finales no te la quita nadie. El caso es que tampoco es un juego que dure poco, tienes tus 12 horas prácticamente aseguradas, pero se pasan rápidamente porque carece del relleno insulso que ofrecen la mayoría de producciones actuales, y hablo tanto de lo jugable como de lo técnico. Para muchos, este último apartado les podrá parecer algo decepcionante, no tanto por el diseño de personajes y escenarios, que me han parecido muy acertados, sino por la escasa cantidad de animaciones que hay, o de la ausencia de voces mismamente.
Se nota que Stoic ha centrado sus esfuerzos en ofrecer una experiencia jugable directa, sin desviar ni un solo euro de su presupuesto a un envoltorio más bonito, y a mi modo de ver ha sido una decisión acertada. Es una lástima que no se haya dedicado la misma atención a la traducción al castellano, que es, siendo generosos, lamentable, hasta el punto de que algunos textos se hacen difíciles de comprender. Es, sin duda, el punto más oscuro de un juego que, por otro lado, ofrece una experiencia jugable diferente, refrescante entre tanto shooter en primera persona y, sobre todo, muy divertida.
LO MEJOR
Jugablemente sencillo y al mismo tiempo, profundo.
El árbol de decisiones y cómo estas afectan a la partida.
LO PEOR
La historia deja cosas para la secuela en desarrollo.
La traducción al castellano es horrible.
8/10
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