GÉNERO: Sandbox
DESARROLLADORA: United Front Games
DISTRIBUIDORA: Square Enix
VERSIONES: PC, PS3, Xbox 360
FECHA DE LANZAMIENTO: 13.08.2012
VERSIÓN ANALIZADA: PC
HONG KONG, PELEAS Y POCO MÁS
Sleeping Dogs será recordado como «el tapado de 2012», uno de esos juegos que sin alcanzar inmensas cotas de reconocimiento por parte de la industria, sí que se ha ganado el respeto de los jugadores a base del boca a boca. Este es un muy buen síntoma, qué duda cabe, aunque también he de confesar que no me ha parecido tan prometedor como me lo habían «vendido». Es cierto que tiene detalles buenos, algunos incluso muy buenos, pero al final me ha parecido estar ante un sandbox más, con partes muy logradas, pero otras no tanto.
Empezando por lo bueno, Sleeping Dogs incluye un sistema de combate cuerpo a cuerpo muy logrado para ser un sandbox. El control del personaje es una delicia, y el sistema de combos te permite realizar todo tipo de técnicas y golpes con una facilidad pasmosa. No solo se trata de machacar botones lo más rápidamente posible, sino de hacerlo en el orden y momento adecuado, y en este sentido el juego da lo mejor de sí. Poco a poco irás indagando en el árbol de mejoras hasta convertirte en todo un experto de la lucha callejera, lo que nos lleva al único problema de este apartado: los enfrentamientos resultan extremadamente sencillos. A poco que domines un par de técnicas puedes enfrentarte a decenas de rivales sin apenas recibir golpes, y esto quieras que no, quita algo de emoción al juego.
Una vez visto lo mejor, toca hablar de aspectos más terrenales. El argumento empieza con la historia de Wei Shen, un agente infiltrado que vuelve a Hong Kong con el objetivo de destruir las triadas desde su interior. Las implicaciones morales de ser agente policial al tiempo que se inmiscuye en los asuntos de la banda, siempre están ahí, y pronto se verá envuelto en conflictos de intereses bastante bien representados para tratarse de un sandbox. Es una pena que dicha disyuntiva moral no se haya aplicado al desarrollo del juego. Aunque puedes elegir entre realizar misiones de la banda y policiales, lo cierto es que son las primeras las que realmente influyen en la historia, mientras que las segundas son un mero apoyo al trasfondo argumental. También hay un montón de contenido secundario en forma de mini juegos, como hacer redadas policiales, piratear cámaras de seguridad, encontrar objetos ocultos, ligar con chicas, cantar en el karaoke o participar en carreras ilegales. Unas son más divertidas que otras, y su ejecución te proporcionará beneficios diversos como nuevas técnicas de lucha, mejoras en la salud, o mismamente aumentar el prestigio del protagonista. Y aquí volvemos al tema la dificultad. No hay necesidad real de conseguir ni más salud, ni más dinero, ni prestigio, ya que puedes completar el juego con el Wei Shen «pelao».
Los demás aspectos típicos de un sandbox como el robo de coches o los tiroteos, también están bien resueltos. El control de los vehículos es totalmente arcade, y se ha incluido la opción de poder robar coches en movimiento, muy al estilo Just Cause 2. Los momentos de acción con armas de fuego, por cierto, algo menos habituales que en otros sandbox, corren a cargo de una imitación de la fórmula de Gears of War bastante aceptable, aunque nuevamente la escasa dificultad propiciada por una IA inexistente es su mayor talón de aquiles. Tampoco hay demasiado espacio para la libertad durante las misiones, ya que todo está sumamente guiado. Si has de llamar a algún compañero por el teléfono, no dudes que te aparecerá un mensaje en la pantalla a tal efecto; o si tienes que desplazarte diez metros en una dirección concreta, lo mismo. No digo que no sea una fórmula válida para encaminar el desarrollo de la trama, pero quizá se podría haber buscado una forma más sutil y menos directa, que al menos te diese la sensación de que puedes improvisar en algún momento.
La puesta en escena de todo el conjunto es bastante digna. La elección de Hong Kong supone un soplo de aire fresco dentro de un género ya saturado de las mil y una versiones de la ciudad americana de turno. No es que vayas a deleitarte con parajes espectaculares, pero sí que se agradece ver otro tipo de ciudad, una ciudad con callejuelas abarrotadas de edificios pegados unos con otros, y cuya circulación va por la izquierda, aspecto este que te proporcionará un buen puñado de «leches» al volante. Pero sin duda lo más destacable del apartado técnico cae en los rostros de los personajes principales y en la recreación de la lluvia, o mejor dicho, sus efectos sobre la ciudad, los coches o mismamente la ropa de los ciudadanos. Además, el juego cuenta con un pack de texturas en alta definición que sin ser una locura de detalle, sí que mejora bastante el aspecto gráfico general. A nivel sonoro, y siguiendo la estela GTA, hay diez emisoras de música que engloban diferentes estilos musicales, y que puedes cambiar a placer mientras conduces. Por último, sí que me gustaría destacar la contundencia de los efectos sonoros, en especial durante las peleas cuerpo a cuerpo, que sin duda contribuyen a dar un punto de espectacularidad a estas secuencias. El juego cuenta con voces en inglés y subtítulos en castellano.
En resumidas cuentas Sleeping Dogs me ha parecido un sandbox bastante decente, pero lejos de ese juego especial injustamente olvidado por la industria. Los primeros minutos son bastante esperanzadores; cuando descubres el sistema de combate, cuando ves los detalles de la trama, cuando das el primer paseo por la ciudad y ves que puedes estar ante algo diferente. Sin embargo toda esta ilusión, esa sorpresa, se va apagando rápidamente. Es cierto que incluye detalles interesantes como la lucha callejera, pero el resto de apartados no van más allá de lo que ya hemos visto anteriormente una y otra vez en el género, quedando algo lejos de lo que yo espero de un verdadero «sleeper».
LO MEJOR
El sistema de peleas cuerpo a cuerpo.
La ciudad de Hong Kong es diferente al resto.
LO PEOR
El nivel de dificultad es inexistente.
La historia principal dura muy poco.