ANÁLISIS – Forza Motorsports 4

GÉNERO: Simulador de conducción
DESARROLLADORA: Turn 10
DISTRIBUIDORA: Microsoft Studios
VERSIONES: Xbox 360
FECHA DE LANZAMIENTO: 11.10.2011
VERSIÓN ANALIZADA: Xbox 360

LA MEJOR SIMULACIÓN EN CONSOLA

Me declaro abiertamente un apasionado del mundo de la automoción. Desde pequeño he compaginado esta afición con los videojuegos, y si en su día compraba Micromania, tampoco faltaba el pertinente número de Motor 16 para estar a la última en cuanto a marcas y modelos. Ni que decir tiene que esa afición se ha visto reflejada en mis gustos “videojueguiles”, ya desde la época de las recreativas y los microordenadores de 8 bits. Juegos tan recordados a lo largo del tiempo como Pole Position o Out Run, eran las experiencias más cercanas, por decirlo de alguna manera, a la conducción real. Pero fue con la llegada de Formula One Grand Prix de Geoff Crammond cuando los simuladores empezaron a despegar, creando un género por sí mismo, que a lo largo de los años ha conseguido un nivel de detalle enfermizo, tanto a nivel de configuraciones como de variables que modificar.

A día de hoy, la batalla por alzarse como el mejor simulador de conducción es encarnizada a más no poder. El PC es la plataforma líder en este sentido, con los ya consagrados rFactor, iRacing, GTR Evo o Live for Speed, a los que pronto se sumarán un buen puñado de proyectos interesantes como Project CARS y Asseto Corsa entre otros. En consolas la oferta se reduce básicamente a dos sagas, Gran Turismo y Forza Motorsports, que si bien no son tan “extremistas” en cuanto a simulación, también ofrecen buenas dotes de realismo. La primera no tuvo rival durante muchos años, siendo el referente de conducción en  consola sin discusión hasta que la primera Xbox recibió Forza, un título que nació con la sana intención de dar guerra al juego de Sony. Y vaya si lo está consiguiendo.

Forza 4 se deja de rodeos y va directo al grano, no se mete en berenjenales de rallies, carreras nocturnas, con lluvia o nieve, sino que se limita a hacer lo que sabe, y lo hace de diez. Es un simulador, sí, pero también un juego de conducción amigable, y conseguir esto sin desvirtuarse por el camino tiene mucho mérito. Los chicos de Turn 10 han creado un producto capaz de satisfacer las necesidades de todos los aficionados a los coches, ya seas el que estudia hasta el más nimio de los detalles de la configuración de tu vehículo, o el que solo quiere dar unas vueltas al circuito sin perderse entre variables y “tuneos”. Y no solo eso, los números que rodean al juego también son mareantes. Más de 500 vehículos repartidos entre 80 fabricantes, desde el utilitario más básico, hasta el último superdeportivo experimental, todos ellos con su vista interior perfectamente diseñada y mimada hasta el último detalle. Y para rematar la faena, Top Gear, el famosos show británico cuyo visionado recomiendo encarecidamente, hace de maestro de ceremonias cediendo sus comentarios así como el trazado de su famoso circuito.

El control de los vehículos es una delicia, y las reacciones, bastante creíbles incluso jugando con pad. Se nota claramente las diferencias entre vehículos, tipos de tracción, potencia, pesos… Es una gozada comprobar cómo coches de la misma categoría, pueden comportarse de manera tan distinta, cada uno tiene sus peculiaridades, sus trucos, sus puntos flacos, y es que exprimir un coche al 100% requiere de mucha paciencia, y de muchas salidas de pista. Si nos adentramos puramente en la configuración, podemos tocar prácticamente cualquier aspecto del coche para dejarlo niquelado. No solo hablo de poner un turbo aquí y quitar peso de allá, sino de afinar la pisada de los neumáticos, el reparto de la frenada, y así hasta adaptar el comportamiento del coche a nuestro beneficio. Repito, no es un simulador tan excelso como los mods que hay en PC, pero la recreación de las físicas es más que suficiente para el 99% de los mortales.

Los modos de juego son los típicos de este género. Hay un mundial que nos guía de la mano por diferentes circuitos, desbloqueando coches y ganando créditos, así hasta completar las 150 carreras. A este modo hay que sumarle 250 eventos de todo tipo, algunos de carácter conservador y otros un tanto excéntricos, como golpear unos bolos gigantes hasta conseguir superar una cantidad de puntos. El modo Autovista nos permite deleitarnos con las recreaciones enfermizas de 25 modelos, a los cuales podremos acceder a su interior, verlos, tocarlos, casi sentiremos su olor por lo bien hechos que están. El modo en solitario pues, nos depara muchas horas, pero como suele ocurrir en este tipo de juegos, lo importante está en el modo multijugador.

¿Y por qué digo esto? Porque el juego premia demasiado en el modo en solitario, y al final cada carrera, cada campeonato, se convierte en una rutina que no supone ningún desafío. La dificultad contra la máquina es bastante asequible incluso quitando todas las ayudas, y con un poco de práctica ganaremos las carreras de tres en tres. Lo preocupante es que cada victoria conlleva unas bonificaciones desorbitadas, lo que hace que conseguir dinero para ese coche “imbatible” sea coser y cantar. Y al final ocurre que te crees Fernando Alonso, y cuando te enfrentas a otros rivales humanos aflora la verdad: a pesar de ganar a la máquina con suficiencia, eres un “paquete”. Por todo esto, la auténtica salsa de Forza 4 reside en el modo Online y sus múltiples opciones.

Podemos echar una carrera rápida, por categorías, apuntarnos a clubes privados, participar en eventos creados por los desarrolladores, enrolarte en pruebas de derrape, aceleración, etcétera. Y no solo eso, también podemos compartir nuestras preparaciones, tanto estéticas como de motor, o por qué no, comprarlas y venderlas con créditos del juego. Es una comunidad totalmente viva y repleta de cosas que hacer y disfrutar. Si algo se le puede achacar es que a veces tarda un poco en encontrar una partida, aunque supongo que dependerá mucho de la velocidad de conexión de red que tengáis.

A nivel técnico se me hace difícil esperar que Xbox 360 pueda dar mucho más de sí, es más, me atrevería a decir que Forza 4 es el mayor exponente técnico del que goza la consola de Microsoft. El modelado de los vehículos es espectacular, se nota una clara mejora respecto a Forza 3, tanto en la cabina interior que ahora “se mueve” cuando aceleras o frenas, como en el modelado exterior. Además, el número máximo de corredores simultáneos se ha duplicado, pasando de 8 a 16 en algunos circuitos, y lo que es mejor, se mantienen los 60 frames constantes. Lo cierto es que teniendo en cuenta el hardware sobre el que corre, es una auténtica virguería de la programación, se mire por donde se mire. Si eres de los que te emocionas oyendo el bramido de un buen V8, Forza 4 también da el do de pecho en este sentido. No me voy a entretener en hablar de las melodías, que supongo, “por ahí deben estar”, porque lo que de verdad interesa es oír únicamente los motores de los coches, y dejarse llevar. Forza 4 se destapa con una recreación sonora de los motores excelente, que ha sabido captar como pocos la esencia de cada modelo, de cada motor. Es de esos títulos que mejoran con un buen conjunto de altavoces o cascos, la inmersión es total.

Llevo decenas de horas jugando con Forza 4, y tengo una cosa muy clara: creo firmemente que estamos ante  el mejor simulador de coches que hay en consolas. No voy a valorar si GT 5 es mejor en unos u otros aspectos, pero a nivel global, mirándolo en su conjunto, tanto a nivel de conducción como en cuanto a números, Forza 4 me parece un producto más sólido, más redondo, no hay puntos negros donde se le pueda meter mano. Es cierto que se echan en falta algunas cosas, la climatología por ejemplo, o por qué no, que haya sesiones clasificatorias, pero visto lo bien rematado que están el resto de aspectos, creo que su inclusión podría haber ido en detrimento de la calidad general del juego. Esta cuarta entrega se ha centrado en perfeccionar lo que vimos en Forza 3, y lo ha conseguido con creces. Estamos ante un juego de conducción sobresaliente, una apuesta sobre seguro, y una nueva referencia en el mercado de consolas.

LO MEJOR
Buen nivel de simulación sin perjudicar su accesibilidad.
Gráficamente es sensacional en todos los apartados.
La recreación del sonido de los motores es espectacular.

LO PEOR
El modo en solitario termina haciéndose aburrido.
Podemos echar en falta diferentes condiciones climatológicas, o sesiones clasificatorias.

9/10

Un comentario el “ANÁLISIS – Forza Motorsports 4

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