GÉNERO: Acción
DESARROLLADORA: Sony Santa Monica Studios
DISTRIBUIDORA: Sony Computer Entertainment
VERSIONES: PS2, PS3
FECHA DE LANZAMIENTO: 22.03.2005
VERSIÓN ANALIZADA: PS3
Y KRATOS SE CONVIRTIÓ EN LEYENDA
Allá por el año 2005 la generación de consolas de 128 bits estaba viviendo sus últimos grandes momentos. Técnicamente los juegos parecían haber alcanzado el límite del hardware sobre el que corrían, y muchos equipos de desarrollo ya pensaban en la nueva generación de máquinas y sus prometedoras posibilidades tecnológicas. En este marco temporal resultó cuanto menos sorprendente el lanzamiento de God of War, un hack & slash mimado como el mejor producto triple A ambientado en la mítica Grecia de los Dioses y el Olimpo, en el que primaban la espectacularidad y epicidad de sus combates. Los estudios Santa Mónica de Sony se sacaron de la manga un título que apostaba por una fórmula ya conocida por todos, pero que potenciaba la espectacularidad visual como pocas veces habíamos visto, con combates de magnitudes titánicas en las que el protagonista era poco más que una mota de polvo.
Espectacularidad aparte, God of War también destaca por cuidar uno de los habituales puntos flojos en este género, y no es otro que el argumento. Kratos, el musculoso protagonista de la aventura y líder de los ejércitos espartanos, vive atormentado por un oscuro suceso de su pasado. En estos años se ha visto obligado a servir a los dioses del Olimpo para conseguir la ansiada redención que le permita vivir en paz consigo mismo y quede libre de las pesadillas que le asaltan noche tras noche. La Diosa Atenea le encomienda la última misión antes de ser liberado, salvar la ciudad Atenas de la furia de su hermano, el Dios Ares. Este es sólo el comienzo de un tortuoso viaje, no sólo a través de las calles y templos atenienses, sino de laberintos plagados de trampas, cuevas pobladas por las criaturas más aberrantes, desiertos bañados por los cantos de las sirenas perdidas, y construcciones laberínticas talladas en la mismísima espalda de un gigante errante.
El mecanismo de juego es realmente sencillo pero muy bien llevado a la práctica. Kratos es una máquina de guerra manejando espadas que pueden potenciarse mediante el canje de orbes que dejan caer los enemigos abatidos. Con cada nivel de destreza ganado se irán desbloqueando nuevos combos, muy necesarios para enfrentarnos con garantías a las criaturas de la mitología griega. Digamos que Kratos es una “mala bestia” capaz de masacrar a sus enemigos con la espada, o incluso partiéndoles por la mitad con sus propias manos. Desde luego no es un juego para mentes sensibles. Por su parte los Dioses nos irán otorgando poderes capaces de convertir en piedra a los enemigos, atacarles con rayos, desplegar los ejércitos de muertos o “freirles” con descargas eléctricas. Kratos también cuenta con la ayuda de los cofres que hay diseminados por el escenario, cuyo contenido pueden regenerar su barra de energía, magia y orbes. Las abundantes secuencias de combates se ven intercaladas por pequeños puzzles, normalmente de fácil resolución, que cumplen con su cometido de amenizar las partidas y darnos un respiro ante tanta descarga de adrenalina. Como estáis leyendo God of War no propone nada nuevo dentro del género, entonces, ¿qué le convirtió en todo un referente?
Pues básicamente porque consiguió evolucionar una fórmula ya inventada muchos años atrás. Al típico planteamiento de acción por doquier en tercera persona, se unieron un aspecto técnico espectacular donde el impactante tamaño de algunos enemigos ronda lo imposible, y un atractivo argumento salpicado de referencias a la mitología griega que nos cautiva desde el primer momento. Además, técnicamente el juego era un prodigio para la época, es más, hoy en día sigue luciendo más que decentemente. Lo he jugado en su versión remasterizada para PS3 que se vende dentro de God of War Collection, y salvo el hecho de adaptarlo a la resolución 720p, el juego es calcado a su versión original de PS2. Aún así se sigue viendo muy bien, evidentemente las texturas no son las mejores, y el modelado de los personajes muestra ciertas carencias en los primeros planos, pero resulta sorprendente lo bien que aguanta el tipo con un simple aumento de resolución. La banda sonora acompaña la acción con melodías muy machaconas y de corte épico como no podía ser de otra manera, y las voces por su parte se encuentran en perfecto castellano. La voz de Kratos me ha parecido un poco “blanda” para el carácter que exhibe el protagonista, no obstante la entonación de las pocas frases que tiene en el juego me ha parecido correcta. No me ha gustado la mezcla de los efectos de sonido, no es que no sean los apropiados, sino que parecen estar grabados con menor calidad, a veces se oyen ligeramente distorsionados como en la época de las primera tarjetas de sonido para PC.
La aventura puede durar fácilmente en torno a las 8-10 horas en nivel de dificultad Media, y dada la intensidad de la acción, me parece una duración adecuada. En el camino encontraremos duelos espectaculares, criaturas sacadas de las mentes más retorcidas, escenarios titánicos plagados de situaciones épicas, y una historia bien narrada que nos anima a seguir avanzando para conocer el desenlace final. Tras haber jugado recientemente a Castlevania: Lord of Shadows, es cierto que algunos aspectos están a un nivel inferior de los hack & slash actuales, como la variedad de combos o evidentemente el apartado técnico. No obstante sigue siendo uno de los títulos más adictivos del género, un producto que no deberíais dejar pasar y menos ahora, cuya remasterización se encuentra a un precio más que atractivo y que además incluye su segunda entrega. Sin duda, es la guinda para afrontar su espectacular tercera parte con el argumento fresco.
LO MEJOR
Jugabilidad intensa y muy cuidada.
La contundencia de Kratos es impagable.
Argumento bien llevado para lo habitual del género.
LO PEOR
Gráficamente se le notan los años en algunos aspectos.
Los efectos de sonido parecen tener poca calidad.