GÉNERO: Acción
DESARROLLADORA: Ubi Soft SRL
DISTRIBUIDORA: Ubi Soft
VERSIONES: PC, PS3, Xbox 360
FECHA DE LANZAMIENTO: 05.03.2009
VERSIÓN ANALIZADA: PC
CUMPLIENDO CON EL EXPEDIENTE
Lejos quedan aquellos tiempos en los que la industria nos sorprendía constantemente con complejos simuladores de aviones que requerían del profundo estudio de un manual solo para despegar de la pista de aterrizaje. Eran, sin duda, juegos para usuarios de una pasta diferente, jugadores apasionados de la aviónica que podían pasarse horas frente al monitor únicamente controlando los sistemas del caza de turno. Pero también había hueco para aquellos que buscaban un buen enfrentamiento en el aire de la forma más directa posible, sin tanta complicación, con un estilo mucho más directo que rebajaba los aspectos de simulación en beneficio de una mayor simplicidad. Juegos como Strike Commander o la saga Ace Combat son buena prueba de ello, y H.A.W.X viene a engrosar este género cada vez más huérfano de nuevos lanzamientos. La apuesta de Ubi Soft ha sido clara y contundente. Nada de ofrecer un juego de aviones con ligeros toques de simulación, qué va, H.A.W.X es un arcade puro y duro en el que no hay concesiones al más mínimo atisbo de complicación. Los protagonistas son aviones, sí, pero podían haber sido «mecas» o personas con jet packs en sus espalda, para el caso lo mismo da.
H.A.W.X cuenta con el sello de Tom Clancy lo que presupone un argumento ciertamente cuidado en el que conspiraciones ocultas amenazan los gobiernos de todo el mundo. Y lo cierto es que gobiernos amenazados hay, pero la profundidad del argumento es totalmente secundaria, y lo que es realmente preocupante, los protagonistas de la historia carecen de cualquier tipo de personalidad. Hay un tal David Crenshaw que se supone que es el piloto al que dirigimos, y del resto de personajes poco puedo deciros salvo que su aparición se limita a darnos los objetivos de la siguiente misión, acatar nuestras órdenes en el caso de nuestros compañeros, y ya está. Por ahí se deja ver el presidente de los Estados Unidos que nos dice un par de frases, algún que otro superior que nos felicita por el éxito de la misión, todo muy escueto, no hay lugar para las emociones, para la empatía con otros personajes, la trama y las implicaciones de nuestras acciones se limitan a «briefings» bastante superficiales y poco más.
El mecanismo de vuelo está simplificado de tal manera que se puede jugar con un pad sin mayores complicaciones. No es necesario que desempolves tu flight stick para realizar las maniobras más vertiginosas, ya que bajo la apariencia de un simulador se esconde un arcade en el que prima la pericia con el gatillo sobre cualquier otra cosa. Las misiones por lo general suelen pedirnos la típica ración de enemigos aéreos, esquivar unos cuantos SAM, algún bombardeo a objetivos estratégicos… Y si bien las primeros escarceos parecen un tanto anodinos, a medida que avanzamos en la campaña todo va «in crescendo». El control es sumamente sencillo, la propia máquina fija los límites de nuestro avión para que no haya estropicios en una maniobra mal calibrada. No obstante si queremos forzar nuestro avión, existe un modo que anula las ayudas y que podemos activar en mitad del combate. Es todo muy espectacular, la cámara se posa en una vista exterior con cierta perspectiva del «dogfight», y desde ahí podemos efectuar maniobras más agresivas para esquivar un misil o enfilar a un enemigo «tocapelotas».
Siguiendo con el carácter arcade del juego, no están las temidas secuencias de despegue y aterrizaje, empezamos la misión directamente en el fragor de la batalla y una vez hayamos cumplido el objetivo final se supone que volvemos a casa sanos y salvos. Las misiones suelen tener una duración contenida y dividida en objetivos con su correspondiente checkpoint, así que si nos matan en un momento poco oportuno, no hace falta repetir todo el proceso desde el principio. Una vez en tierra se nos otorga una cantidad de puntos de experiencia que desbloquean nuevos aviones y armamento. Cada avión cuenta con características propias de blindaje, maniobrabilidad y velocidad, pero lo cierto es que una vez subidos a la cabina la diferencia de control entre ellos es prácticamente despreciable. La elección del avión es poco o nada determinante, y casi se puede decir lo mismo del armamento, que abunda incluso en el nivel de dificultad más elevado. Hay que ser muy «manco» para acabar con los más de 100 misiles que puede equipar cualquiera de los aviones. No hay mucho más que contar de la parte jugable, queda claro que todos los aspectos están supeditados a la facilidad de control en un intento por hacernos sentir el as del aire que tantas y tantas veces hemos visto en la gran pantalla. Que lo consiga ya es harina de otro costal, y en ello debería jugar un papel fundamental el apartado técnico.
De lo primero que nos percatamos es que H.A.W.X no es un prodigio técnico, pero sí resultón. La vista interior de las cabinas goza de un buen detalle, e incluso los escenarios vistos desde la altura consiguen dar el pego, pero basta acercarse un poco para comprobar la generación de árboles casi en vivo y en directo. La cosa mejora bastante cuando estamos en mitad de una ciudad, como por ejemplo Washington en la que se reconoce perfectamente algunos edificios emblemáticos como el Pentágono o la mismísima Casa Blanca. También hay algunos efectos destacables como la recreación de la lluvia o los nubes, pero por lo general me ha parecido que al juego le falta un puntito de espectacularidad, un extra que precisamente tendría mucho más sentido en un título puramente arcade como es éste. Del apartado sonoro sí que me gustaría destacar el correcto doblaje al castellano, y alguna melodía de cierta epicidad durante los combates, pero poco más hay que reseñar al respecto.
La duración de la campaña ronda las 8-10 horas típicas de cualquier juego de acción actual, pero H.A.W.X sí que ha apostado por ofrecer un contenido más ambicioso en la vertiente multijugador. Así lo corrobora el hecho de poder jugar toda la campaña principal con hasta cuatro jugadores humanos, o simplemente echar unas partidas competitivas con un máximo de 16 jugadores. Como podéis imaginaros, hoy en día resulta casi una quimera encontrar a alguien con quien jugar. De lo que no se puede reprochar absolutamente nada es de las buenas intenciones que hay en este H.A.W.X, un título correcto que viene a llenar un vacío en un subgénero, el de los arcades de aviones, que nunca debió quedar relegado al pequeño nicho que es actualmente. No vais a encontraros con la quintaesencia de la adrenalina, pero sí con un juego divertido que va ganando enteros a medida que pasan las horas.
LO MEJOR
El manejo de los aviones es muy sencillo.
Las misiones ganan en calidad al avanzar la campaña.
LO PEOR
Aunque resultón, gráficamente podía estar un poco más cuidado.
Todo lo relacionado con la trama y personajes es demasiado simple.
Apenas hay diferenciación entre los aviones.
A este tengo ganas de hincarle el diente. Está claro que ha pasado ya un tiempo desde que salió, pero no soy de simuladores muy complejos de aviones.
Gracias por el análisis.
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A lo mejor si lo veo de oferta me compro el 2, más que nada porque casi seguro que mejora éste.
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Estará de oferta, seguro 🙂
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