ANÁLISIS – Fallout: New Vegas

GÉNERO: Rol
DESARROLLADORA:
Obsidian Entertainment
DISTRIBUIDORA: 
Bethesda Softworks
VERSIONES:
PC, Xbox 360, PS3
FECHA DE LANZAMIENTO:
19.10.2010
VERSIÓN ANALIZADA:
PC

UN FUTURO CONDICIONADO POR LOS BUGS

Desde que el nombre de Fallout apareciese en la industria del videojuego allá por el año 1997, esta saga se ha ido ganando a pulso un merecido reconocimiento por parte de todos aquellos seguidores a los buenos juegos de rol. Su particular ambientación, que se alejaba de los manidos entornos medievales para centrarse en un futuro post apocalíptico; y su completo sistema de combate táctico por turnos, lo elevaron de inmediato a la categoría de clásico. Como era de esperar hubo una continuación directa de gran repercusión, así como un par de spin offs que, para desgracia de muchos, apostaron más por la vertiente táctica que por la de rol. Tras un período en el que este universo parecía estar en tierra de nadie, Fallout 3, lanzado en 2.008, devolvió a la saga al puesto que por calidad merecía, recibiendo una excelente acogida tanto por parte de la prensa especializada como del público. Este título supuso la puesta la día de la saga en todos los sentidos, desde el jugable con la implementación del sistema VATS para los combates, hasta el técnico, gracias al desarrollo de un entorno tridimensional de gran calidad y posibilidades casi ilimitadas.

La saga volvía a estar en boca de todos, y muy merecidamente, así que ¿por qué no seguir explotando las enormes posibilidades de este universo con una cuarta entrega? La historia de Fallout: New Vegas nos traslada al desierto del Mojave, Nevada, tres años después de los acontecimientos acaecidos en Fallout 3. Corre el año 2280 cuando el protagonista, un mensajero del Mojave Express, es asesinado por un misterioso hombre de traje blanco que nos arrebata una ficha de platino. Segundos después despertamos en una caseta de Goodsprings sin saber quienes somos, cómo hemos llegado hasta aquí, o por qué no hemos muerto. Así da comienzo uno de los mundos virtuales más completos que jamás hayas visto, con un área de exploración gigantesca, repleta de localizaciones, personajes y misiones que te darán decenas de horas de diversión. Este enigmático comienzo no es más que la punta del iceberg de una trama en la que se verán envueltos los más variopintos intereses de distintas facciones por hacerse con el control total de New Vegas, y serán nuestras acciones a lo largo del juego las que definirán qué bando apoyaremos.


Analizar un juego tan profundo como Fallout: New Vegas requiere de muchas horas de dedicación, ganas de descubrir hasta el último rincón del escenario, y aún así, una vez acabado, solo habremos sido testigos de la mitad de las posibilidades que puede llegar a ofrecer. Fallout: New Vegas ahonda en todo lo bueno que ya ofrecía Fallout 3, y lo lleva un pasito más allá. Esta nueva entrega repite la ambientación post apocalípitica, la vista en primera persona -aunque podemos escoger una en tercera, no es la más recomendabele-  un motor gráfico capaz de mostrar gigantescos escenarios, y el famoso sistema de combate táctico VATS gracias al cual podemos afrontar los combates de un modo más pausado. A partir de aquí se dejan ver las novedades como el sistema de facciones, el cual delimitará nuestra afinidad a los diferentes clanes según actuemos con ellos; los nuevos juegos del casino como el BlackJack o la ruleta; o el modo de dificultad Hardcore que nos obligará a estar pendientes de aspectos tan esenciales como el hambre, la deshidratación o el sueño.


El sistema de juego permanece prácticamente invariable respecto a su predecesor. Estamos pues ante un juego de rol puro y duro, repleto de personajes, escenarios y situaciones, y que nos proporcionará perfectamente 50 horas de juego como mínimo la primera vez que lo juguemos. Como es habitual en el género hay una clara distinción entre misiones principales y secundarias, pero en esta ocasión las secundarias cobran especial relevencia al influir decisivamente en el sistema de facciones; su resolución determinará qué bando nos prestará ayuda o cual nos atacará primero y preguntará después. Y lo cierto es que el sistema funciona estupendamente. La trama es susceptible de numerosas ramificaciones según nuestras acciones hasta cotas pocas veces vistas. A modo de ejemplo yo pasé el 75% del juego siendo apoyado por una facción, para al final, en una decisión premeditada, dar un vuelvo total a mi condición respecto al resto de facciones. Es un sistema que funciona como pocos juegos han sido capaces de conseguir, y es sin duda, uno de los grandes valuartes de New Vegas.


La puesta en escena de tan vasto mundo corre a cargo del motor gráfico Gamebyro, ya usado en otras producciones como Fallout 3 o el mismísimo Skyrim. Esta herramienta permite crear gigantescos escenarios abiertos y más que correctos interiores, pero no estamos ni de lejos ante un juego técnicamente vanguardista. La estética de algunos paisajes son dignos de mención, pero en general el juego se limita a lucir correctamente, sin demasiados alardes en cuanto a texturas o variedad en el diseño de personajes, pero más que suficiente para hacernos creer que estamos ante un mundo deprimido por los efectos de una guerra nuclear. Del apartado sonoro cabe destacar el completo doblaje al castellano, algo poco habitual dada la ingente cantidad de texto que hay a lo largo de la aventura. Esto, unido a los buenos efectos de sonido y a las melodías y diálogos que nos acompañan al sintonizar las diferentes emisoras que hay por el yermo, hacen de este apartado uno de los más completos del juego.


Sin embargo no todo van a ser alabanzas, es más, New Vegas muestra algunos defectos bastante serios que a mi juicio, no tienen justificación. Los abudantes bugs gráficos son lo de menos -ver cómo los enemigos se quedan atrapados dentro de algún polígono es habitual- y hasta cierto punto comprensible dada la magnitud del juego, pero me he encontrado con situaciones en las que, literalmente, un bug me imposibilitaba seguir adelante en el juego. De hecho en una ocasión tuve que “tirar” de consola de comandos para poder añadirme un objeto que misteriosamente había desaparecido de mi inventario. Al parecer mi caso no es algo puntual, en la red se pueden ver muchas quejas similares al respecto. Que esto pase en un juego totalmente actualizado y con más de un año a sus espaldas desde que se lanzó, es algo que hay que valorar negativamente. Es una verdadera lástima que errores como éste terminen por empañar un trabajo titánico, un ejercicio de diseño e imaginación excepcional que nos dará decenas, y hasta cientos de horas de diversión, pero que en cualquier momento puede dejar tu partida guardada en la estacada. No obstante New Vegas sigue siendo un juego excelente y plenamente disfrutable, aunque para ello tengas que guardar diferentes partidas cada poco tiempo.


LO MEJOR
Un mundo abierto completísimo repleto de cosas que hacer.
El sistema de facciones funciona estupendamente.
La libertad de acción es total.
Decenas y decenas de horas de diversión.

LO PEOR
Hay bugs que, literalmente, te pueden impedir acabar el juego.
El personaje anda demasiado lento para la amplitud del escenario.

7/10

4 comentarios el “ANÁLISIS – Fallout: New Vegas

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